Por el camino de la amargura

          Chagüite es una comunidad asentada a pocos kilómetros de Managua, la capital del país. Cuarenta y cinco familias que tras sufrir los estragos de las inundaciones de hace escasos meses, se han visto obligadas a abandonar sus casas y, con ello, muchos de sus recuerdos. 

          Pero... ¿a dónde ir?. El gobierno les ha ofrecido la posibilidad de vivir en un albergue a la espera de soluciones algo más estables. Pero... ¿qué hacer con los animales?. Está claro que es un hándicap, no pueden deshacerse de ellos porque es un medio de subsistencia.

          Se les ocurre una solución... comprar un terreno próximo a sus antiguas viviendas, ahora llenas de lodo. Claro que, todo tiene un precio y ellos poca plata. Esperar un préstamo del gobierno... de ilusiones se vive... que se quedarán en eso, sólo ilusiones. Muy viable no parece, pero menos aún ubicarse de nuevo en los aledaños donde mascaron la tragedia a espensas de una nueva subida del nivel del agua.

          Y... os preguntaréis, ¿pero dónde viven?. Pues bien, estas cuarenta y cinco familias viven EN EL CAMINO que les lleva a sus recuerdos, suena esperanzador... pero NADA MÁS LEJOS DE LA REALIDAD, SU REALIDAD. No hay nada más allá. En el horizonte... lo único que tienen, casas embarradas y unos cuantos animales.
          Su realidad es ésta. Chapas y palos conformando un "hogar", en muchos de los casos compartido con cinco familias. Basura en sus "puertas", si se les puede llamar así. Miradas de desesperación.

          No sé cuál es la solución, no sé quién no da su brazo a torcer, no sé cuándo acabará todo ésto... lo que sí sé es que se me parte el alma al ver en qué condiciones están estos niños que no entienden de políticas, de préstamos o desastres naturales... Quizás lo más justo para ellos es que no entiendan nada porque, de lo contrario, entenderán de injusticias.